De algún modo con este criterio se vuelve a los antiguos fondos dorados de la pintura gótica italiana de finales del siglo XIII, XIV y XV, que también fue práctica habitual en otros lugares de Europa y, por supuesto, en la pintura peninsular. La tabla es una obra de calidad notable y está en la línea de la estela del estilo creado por Gerard David, de quien Ambrosio Benson fue fiel continuador, y de quien en España se conserva un número importante de obras, que demuestran que no solo imitó a David, sino que desarrolló un estilo propio con el que consiguió muy notables resultados.
Ficha en el Museo Lázaro Galdiano: http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3037
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