lunes, 31 de diciembre de 2012

Una exposición estupenda: Los trípticos cerrados, del Museo del Prado

Una de las características más singulares de la pintura flamenca, y en especial de muchos de los trípticos realizados a lo largo de los siglos XV y XVI son las representaciones monocolores o casi monocolores, más conocidas como grisallas, que figuran en los reversos de sus alas laterales, y que solamente pueden contemplarse cuando los trípticos permanecen cerrados.

En algunos museos, a veces, los trípticos se disponen de forma que pueden contemplarse siquiera parcial e incómodamente dichas grisallas, pero la mayoría de las veces esta circunstancia no se produce y quedan fuera de nuestro alcance verdaderas obras maestras.
Por eso ahora, en que el Museo del Prado ha decidido cerrar por unas semanas  algunos de los trípticos flamencos de los siglos siglos más bellos que posee, o ha decidido darles la vuelta a algunas tablas sueltas, resto de otros trípticos hoy desmembrados o solo parcialmente conservados, es una ocasión extraordinaria para deleitarse con su contemplación.

Lo mejor hacerlo directamente frente a la obra de arte, para apreciarla en toda su belleza, pero cuando la exposición acaba, o cuando no se tiene la ocasión de poder visitar el Museo del Prado en ese breve espacio de tiempo, es mejor que nada ver las imágenes de lo que por solo por un tiempo puede contemplarse en dicha institución,  dejar volar la imaginación.

Las imágenes que aparecen a continuación se han tomado de las que el Museo del Prado pone a disposición de quien visita su página online, último recurso para estar al día de su incesante actividad, para quienes no viven en Madrid o no pueden ir con frecuencia.


Santiago el Mayor y Sta. Clara. Reverso de los Desposorios de la Virgen de Robert Campin

La Anunciación. Reverso del tríptico de Pasajes de la vida de Cristo, de Luis Alincbrot

La moneda del César. Reverso del tríptico de la Redención de Vrancke van der Stockt

La creación del mundo. Reverso del tríptico El jardín de las Delicias, de El Bosco

Misa de san Gregorio. reverso del tríptico de La adoración de los magos, de El Bosco

El camino de la vida. Reverso del tríptico del Carro de heno, de El Bosco

San Bernardino. Reverso de la tabla de San Zacarías, de Jan Provost

San Sebastián y San Adrián. Reverso del tríptico desmembrado del Juicio Final, de Pieter Coecke van Aelst

San Pedro y San Pablo. reverso del tríptico de los Santos Juanes. Pierre Pourbus el Viejo



Coronación de la Virgen, de Coffermans, en el Museo de Sevilla

Entre las colecciones del Museo de Bellas Artes de Sevilla figura una tabla de gran tamaño (180 x 103 cms.) que representa la Coronación de la Virgen, y está atribuída al pintor Marcellus Coffermans, un interesante autor muy mal conocido aún en la actualidad, de quien se consideran suyas un número significativo de obras que, probablemente, serán realizaciones de otros autores, pero por el momento no se le ha dedicado la atención que seguramente merece, porque tal como sucedió con otros pintores coetáneos, coincidió en el tiempo y en el lugar con pintores de primera fila que le han dejado hasta el momento en la sombra.

La tabla se considera de hacia 1560, coincidiría por tanto hacia la mitad de su época conocida de producción, y su fallecimiento se sitúa hacia 1575.




domingo, 30 de diciembre de 2012

Virgen con el Niño rodeada por ángeles, del Maestro del Tríptico Morrison, en el Arqueológico

El Museo Arqueológico Nacional de Madrid conserva entre sus fondos algunas pinturas importantes, y entre ellas figura un tríptico en cuya tabla central figura una imagen de la Virgen sentada, con el Niño en brazo, rodeada por dos ángeles músicos y en la parte superior otros dos ángeles, flotando y sosteniendo en sus manos una corona antes de posarla en la cabeza de la Virgen.

En las tablas laterales no hay representada figura alguna ni escena, sino únicamente encontramos unas inscripciones en loor de la Virgen María sobre un fondo negro, tal como era relativamente frecuente en los últimos años del siglo XV y primeras décadas del XVI.

Es una obra que suele atribuirse al Maestro del Tríptico Morrison, por la similitud de la composición y el trazo de las figuras, si bien algunos autores e incluso la ficha catalográfica de la base de datos del Ministerio relativa a esta obra, la considera de la mano del pintor Marcellus Coffermans, un ineresante artista que dedicó una gran parte de su producción a copiar o imitar trabajos de importantes pintores flamencos de al menos una generación anterior a la suya, y que aun está necesitado de un estudio del conjunto de su obra para delimitar con mayor seguridad su actividad real.

Referencia: http://ceres.mcu.es/pages/Main (inventario 51967)




domingo, 23 de diciembre de 2012

La reina Juana I de Castilla, del Maestro de la Vida de San José, en Valladolid.

El Museo Nacional de Escultura de Valladolid posee una pequeña tabla (34,7 x 22,4 cms) que los críticos consideran ser un retrato de la reina Juana I de Castilla, obra del anónimo Maestro de la Vida de San José, un pintor poco conocido y activo en el paso del siglo XV al XVI, que realizó una obra aún poco definida, cuyo máximo exponente sin embargo, lo constituirían una pareja de retratos, de cuerpo entero, de la propia reina Juana y su marido Felipe I de Castilla, laterales de un tríptico actualmente desmembrado, que se conservan en el Museo de Bellas Artes de Bruselas, y que no ofrecen dudas en cuanto a la identificación, por estar allí dibujados los escudos de armas de ambos.

Por comparación con el retrato de Bruselas de la reina, tampoco parece haber dudas de que el pequeño cuadro vallisoletano es también una imagen de la soberana, realizado muy a comienzos del siglo XVI. En cuanto a la calidad se refiere, el autor era un maestro modesto, pero digno, lejos de la altura de los trabajos de Sittow y Juan de Flandes, importantes retratistas al servicio de la corona castellana y autores de diversos retratos de miembros de la casa real, necesitados de una mayor atención, puesto que las autorías a fecha de hoy atribuídas es probable que necesiten algunos cambios pero, sin duda alguna, muy superiores al pequeño retrato que nos ocupa, del que existen otras versiones, conservadas en diferentes colecciones españolas.

Referencia: http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?txtSimpleSearch=Maestro%20de%20la%20Vida%20de%20San%20Jos%E9&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=&MuseumsRolSearch=1&listaMuseos=null


El martirio de Santa Úrsula, de autor anónimo, en Valladolid

El Museo Nacional de Escultura de Valladolid conserva una tabla de gran tamaño (147,5 x 175,5 cms) que representa el Martirio de Santa Úrsula y de la Once Mil Vírgenes, una obra fechada en su catálogo hacia muy a finales del siglo XV y considerada de autor anónimo, sin mayores precisiones.



San Isidoro y San Leandro, de autor anónimo, en Valladolid



El Museo Nacional de Escultura de Valladolid tiene en sus colecciones algunas pinturas de diferente época, en muchas ocasiones poco o nada conocidas, puesto que el grueso de sus colecciones lo constituyen las maravillosas muestras de imaginería religiosa, especialmente castellana, de los siglos XVI y XVII.

La dos tablas que se citan a continuación son dos imágenes de cuerpo entero de San Isidoro y San Leandro, obra de un anónimo autor de finales del siglo XV, que en el catálogo del Museo figuran como obra del <<Maestro de la colección Pacully>>, lo cual no es decir mucho, pero tal vez podría añadirse que los aires que respiran nos recuerdan los trabajos de Van der Stockt, quien a su vez respiraba los aires de van der Weyden.

Las tablas son de buen tamaño (179 x 40 cms) y formaban parte de un tríptico, cuya tabla central representa la Imposición de la casulla a San Ildefonso y se conserva en la colección C.Higgins en Worcester, Massachussetts. El tríptico se encontraba originariamente en el monasterio de San Benito El Real, de la propia ciudad de Valladolid y en fecha inconcreta se desmembró, probablemente a finales del siglo XIX o comienzos del XX, tal como sucedió con muchas obras de arte conservadas en España.

La imagen de la izquierda representa a san Leandro, y la de la derecha a San Isidoro, ambos hermanos y obispos de Sevilla, pintados por este anónimo autor que algunos críticos consideran español, si bien por su estilo es más lógico pensar en un simple encargo a un pintor flamenco por el momento desconocido, y una vez realizado el tríptico se trasladó a la península.







                                                            

Un retrato masculino, del entorno de Memling, en Córdoba

El Museo de Bellas Artes de Córdoba conserva una pequeña tabla (26,5 x 19,3 cms) catalogada como copia casi coetánea de algún retrato masculino realizado por Hans Memling, y fechable por tanto a finales del siglo XV.

Se trata sin duda alguna de una pintura muy poco conocida, y de espléndida factura, si bien necesitada de una restauración que realce las calidades que sin duda tiene y, sea o no un original del famoso pintor flamenco, sin duda alguna es una excelente manifestación del retrato flamenco de su época, del que en las colecciones españolas se conservan muy pocos ejemplos.


Virgen de la Leche, del Maestre del Follaje Bordado, en el Museo Lázaro Galdiano

En la colección de Primitivos Flamencos del Museo Lázaro Galdiano de Madrid figura una tabla de pequeño tamaño (44 x 31 cms) que representa a la Virgen amamantando al Niño, o Virgen de la Leche, enmedio de un paisaje, que figura atribuída en su catálogo a un anónimo maestro de finales del siglo XV, conocido con el nombre de <<Maestro del Follaje Bordado>>, así conocido por la meticulosidad que dedica a las plantas y a las flores en los escenarios en los que encuentran las figuras humanas representadas.

Se trata de una de las dos únicas pinturas de este maestro conservadas en colecciones españolas (la otra es el tríptico de la Virgen conservado en la catedral de Burgos), si bien esta tabla no figura incluida en el hasta ahora único catálogo de pinturas de este anónimo maestro y su entorno, publicado con motivo de una exposición monográfica que se le dedicó en el Museo de Bellas Artes de Lille, en Francia, en el año 2005.



domingo, 2 de diciembre de 2012

Colección de primitivos flamencos del monasterio de El Escorial

[En construcción]

El Monasterio de El Escorial conserva una importante colección de primitivos flamencos de los siglos XV y XVI, no tanto en cantidad como en calidad y, en su mayor parte resultado, de la colección que fue formando el rey Felipe II a lo largo de su reinado.

En esta página iremos reuniendo únicamente las fotografías de estas pinturas, ordenadas cronológicamente, en la medida más exacta que sea posible, para que ofrezcan una visión de conjunto muy directa, y que ello dé lugar, conforme la información de las distintas páginas de este blog vaya aumentando, a un conocimiento más profundo de cada una de ellas.



El Calvario. Rogier van der Weyden. 1ª mitad del siglo XV


Presentación de María en el Templo. Wrancke van der Stockt. c1465


Tríptico del carro del heno. El Bosco y taller. 2ª mitad del siglo XV

El mendigo. Exterior del tríptico del carro de heno.
El Bosco y taller. 2ª mitad siglo XV


Camino del Calvario. El Bosco. Finales del siglo XV


Ecce Homo. El Bosco. Comienzos del siglo XVI

San Cristóbal. Joaquín Patinir. c.1515-20



Tríptico de la Piedad. Gerard David. Comienzos del siglo XVI

Panel central del tríptico de San Jerónimo. Simón Bening. 1ª mitad s. XVI



Tentaciones de San Antonio. ¿Jan Massys o su entorno? 1ª mitad del siglo XVI


El Juicio de Salomón. Pieter Aersten. 1562

Retrato de Felipe II. Antonio Moro. c1560

sábado, 1 de diciembre de 2012

Unas raras Tentaciones de San Antonio, de autor anónimo (¿Jan Massys?), en El Escorial

En el Monasterio de El Escorial se conserva una rara e interesante tabla, considerada de autor anónimo y fechable en la primera mitad del siglo XVI, que representa el tema de las Tentaciones de San Antonio, si bien es una pieza un tanto distinta a las habituales representaciones de este asunto, porque aunque no faltan los diablos, estos ocupan un plano muy secundario y, en esta ocasión las tentaciones vienen dadas por las propias actitudes humanas: la vida placentera, el lujo, el amor, el sexo... porque, esta tabla aunque se asunto religioso, necesita ser contemplada con detenimiento para poder descubrir que en realidad el protagonista es San Antonio, ya que a primera vista aparenta ser recreación de una fiesta galante en el sentido más amplio de la palabra.

La tabla se considera copia de un original anterior, actualmente perdido, relacionado con el entorno de Jan van Eyck, razón por la cual la tabla de El Escorial está formando parte actualmente de una selectísima exposición en el Museo Boijmans van Beuningen, de Rotterdam, lo que permite contemplarla en todo su esplendor que, sin duda, tiene.

Esta tabla puede ponerse en relación con otra conservada en el museo del Palacio de Versailles, de la misma época, no necesariamente del mismo anónimo autor, que representa unos esponsales igualmente galantes entre dos miembros de la alta nobleza flamenca del siglo XV, por lo que también se la supone copia de un original anterior igualmente perdido. Por su ubicación, también es tabla muy poco conocida ya no por el gran público, que también, sino por una buena parte de la crítica, que la mayor parte de las veces cita la tabla de Versailles muy de pasada, y la de El Escorial, casi ni se cita.

La exposición de Rotterdam, titulada <<The Road to van Eyck>>, al parecer pensada con motivo de la restauración de una preciosa tabla titulada <<Las Santas Mujeres junto al sepulcro de Jesús resucitado>> y atribuída a los hermanos Van Eyck o a su entorno más próximo, será una buena ocasión para que las tablas galantes de El Escorial y Versalles, aunque sean casi un siglo posteriores, recuperen el lugar que les corresponde en el arte de la época, porque lo que es evidente, en especial en la de El Escorial, es que su autor era un importante pintor de la primera mitad del XVI, quizá el propio Jan Massys copiando una obra antigua, o alguien de su entorno más próximo.

Tentaciones de San Antonio. Monasterio de El Escorial

Palacio de Versailles

domingo, 18 de noviembre de 2012

Retrato de Leonor de Austria, de Joos van Cleve, en el Museo Lázaro Galdiano

El Museo Lázaro Galdiano conserva entre su colección de primitivos flamencos un retrato de Leonor de Austria, reina de Portugal y de Francia, y hermana del emperador Carlos V, atribuido al pintor Joos van Cleve. La tabla (35,3 x 26,3 cms.) es obra de bastante calidad y una más entre los varios ejemplares conocidos actualmente sobre un modelo pintado por Van Cleve, del que seguramente más de uno son de este mismo pintor, dada la importancia del personaje y la necesidad de dotar de sus retratos distintas colecciones reales europeas de la época.



Ficha técnica en el Museo: http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3019

La Virgen de los Carmelitas, de un maestro anónimo, en el Museo Lázaro Galdiano

El Museo Lázaro Galdiano de Madrid posee una bella tabla )9 x 52,5 cms), de autor anónimo, que puede datarse en el paso del siglo XV al XVI, denominada La Virgen de los Carnelitas, por figurar en el centro y como motivo principal una imagen de la Virgen María, ante la cual vemos arrodillados a tres frailes carmelitas.

Es una obra de notable calidad, que algunos autores consideran como obra próxima al anónimo pintor de finales del siglo XV conocido como Maestro de Santa Gúdula, del que el Museo Thyssen de Madrid posee una interesante tabla, pero no hay una total unanimidad de criterio al respecto, por lo que es más prudente seguir manteniéndola sin una clara adscripción.

En realidad la escena reproduce la visión de Santa Emerenciana, que es la mujer que figura al pie de la tabla, arrodillada y con los brazos tocando el suelo, quien pidió a Dios ayuda en un momento de grave conflicto personal, y le fue revelado que de su estirpe nacería el Salvador. Por esa razón de ella brota un tronco, sobre el que se encuentra la Virgen, y sobre ésta el Niño Jesús portando la Cruz.

Conviene señalar que la figura de Santa Emerenciana es muy similar a un modelo que encontramos en una tabla de Dirk Bouts, que representa la Cena en casa de Simón, en donde la Magdalena lava los pies de Cristo, y su figura es casi idéntica a la de nuestra santa actual.

Ficha en el catálogo del Museo: http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3043







Virgen con el Niño, de Ambrosio Benson, en el Lázaro Galdiano

En la colección de primitivos flamencos del Museo Lázaro Galdiano de Madrid existe una tabla (44,5 x 34,8 cms.) atribuida al pintor Ambrosio Benson, que representa a la Virgen con el Niño, sobre un fondo dorado. Al parecer la composición está inspirada en modelos del pintor Gerard David, que utilizó estos mismos fondos en algunas de sus obras consideradas de su última época.

De algún modo con este criterio se vuelve a los antiguos fondos dorados de la pintura gótica italiana de finales del siglo XIII, XIV y XV, que también fue práctica habitual en otros lugares de Europa y, por supuesto, en la pintura peninsular. La tabla es una obra de calidad notable y está en la línea de la estela del estilo creado por Gerard David, de quien Ambrosio Benson fue fiel continuador, y de quien en España se conserva un número importante de obras, que demuestran que no solo imitó a David, sino que desarrolló un estilo propio con el que consiguió muy notables resultados.

Ficha en el Museo Lázaro Galdiano: http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3037



La Virgen con el Niño y San Bernardo, de Michel Sittow, en el Museo Lázaro Galdiano

El Museo Lázaro Galdiano de Madrid conserva una pequeña tablilla (18 x 13,5 cms), que representa a la Virgen con el Niño, y San Bernardo arrodillado ante ellos en actitud de oración. Atribuída en el catálogo del Museo a Michel Sittow, que a finales del siglo XV fue durante unos años pintor de cámara de la reina Isabel de Castilla, es seguramente en estos momentos la única obra conservada en la Península Ibérica de este notable pintor, que destacó como retratista, y cuyo catálogo de obras a él atribuídas en la actualidad es muy escaso.

Ficha de esta tablilla en el Museo Lázaro Galdiano: http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3009


La Virgen de la leche, de Isenbrandt, en el Lázaro Galdiano de Madrid

En la colección de pintura flamenca del Museo Lázaro Galdiano de Madrid, existe  una pequeña tablilla (28 x 21 cms), atribuida al pintor Adrián Isenbrant (o Isenbrandt), que representa a la Virgen dando de amamantar al Niño, pintada en las primeras décadas del siglo XVI. Se trata de una tablilla de devoción, para algún particular, muy delicada en cuanto a su composición, y que muestra las calidades y los matices del estilo de Isenbrandt.

Ficha técnica de esta pintura en el Museo Lázaro Galdiano: http://www.flg.es/ficha.asp?ID=2683


Una Visión de Tondal, de un imitador del Bosco, en Madrid

En la importante colección de primitivos flamencos del Museo Lázaro Galdiano de Madrid, existe una tabla (54 x 72 cms) que representa la Visión de Tondal. Se trata de la historia del caballero Tondal, cuya alma abandona su cuerpo durante un sueño fugaz, pero al volver, completamente distinto, escuchará las voces de quienes le han acompañado en su breve viaje, y recordará las imágenes que ha contemplado.

La tabla está atribuida a un pintor anónimo, imitador del estilo de El Bosco, y fechada en las primeras décadas del siglo XVI. Es una obra bastante interesante, bien compuesta, pero no tiene la calidad ni muestra la imaginación del maestro del que se supone que halló este pintor su inspiración, a pesar de lo cual tiene su interés como testimonio de la continuación de un estilo irrepetible, que solo El Bosco pudo colocar en un primer plano.


Una Crucifixión, del entorno de Patinir, en Madrid

En una colección particular de Madrid existe una pequeña tablilla que representa la Crucifixión de Cristo en el Gólgota, enmarcada junto a un amplio paisaje de fondo en su parte izquierda, que se atribuye a un anónimo pintor del entorno de Patinir, y se data a comienzos del siglo XVI.




Forma parte de una exposición sobre Paisaje flamenco del siglo XVI que se celebra en el otoño-invierno de 2012-2013 en el Museo de Bellas Artes de la ciudad francesa de Lille.

La Virgen de la sopa, del entorno de Gerard David, en Sevilla

El Museo de Bellas Artes de Sevilla conserva una pequeña tabla (31,5 x 21,5 cms) fechable en torno a 1500-1510, copia de la famosa imagen de la Virgen de la Sopa, de Gerard David, cuyo original se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Bruselas.




La crítica considera que es obra de algún discípulo del taller mismo de Gerard David, o de algún imitador suyo de la época pero, en todo caso, se trata de un muy buen pintor, que sabe transmitir el espíritu del maestro, y el resultado es una pieza de excelente calidad, que se sitúa en buen lugar dentro del conjunto de tablillas de este mismo autor y entorno llegadas a nuestros días. Sin duda alguna una buena restauración aportaría una preciosa información para tratar de centrar un poco mejor todas estas cuestiones.

Un Bautismo de Cristo, de maestro anónimo, en el Monasterio de Guadalupe

En el Monasterio de Guadalupe se conserva una preciosa tabla, prácticamente desconocida, que representa la escena del Bautismo de Cristo, y realizada por un maestro anónimo, que debió realizarla en las primeras décadas del siglo XVI, y que por las trazas demuestra ser obra de un pintor importante, que debía conocer el modelo de este tipo de representaciones, que suele considerarse que parte de la obra del pintor Gerard David.




A pesar de ello, el autor hace un trabajo muy original, en donde destaca en primer término el cuerpo semidesnudo de Cristo, de piel muy blanca, contrastando con la pose casi reverencial del Bautista, que lleva un manto rojo, como otra nota de color, mientras que el resto de sus vestidos, su piel incluso, así como el paisaje del fondo están realizados en tonos más apagados, probablemente más apagados por efecto del tiempo y seguramente una restauración les devolvería parte de su luminosidad, si bien seguirían destacando ese color blanco de Cristo y el rojo del citado manto.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Las tentaciones de San Antonio, de un maestro anónimo, en el Museo de Bilbao

El Museo de Bellas Artes de Bilbao conserva entre sus fondos un curiosa tabla que probablemente se haya de situar en las primeras décadas del siglo XVI, obra de un pintor anónimo de calidad muy notable, como lo demuestra la soltura de un trabajo, en este caso nada convencional, de representación de ocho diablos-monstruos que rodean por todas partes a la figura de un San Antonio Abad, ascendiendo a los cielos, y tratan de arrastrarle consigo, incluso tirando de su larga barba, para evitar que pueda alcanzar la gloria.

La imagen deriva de un grabado hecho por el alemán Martín Schongauer (1441-1491), que situamos en compañía de esta pintura, con el fin de que se pueda comprobar su dependencia directa, así como también las diferencias de concepto más significativas entre ambas obras. Un ejemplar de este grabado se encuentra en el Museo Metropolitan de Nueva York (29,1 x 22 cms)



Ecce Homo, de Jan Mostaert, en el Museo de Burgos

El Museo de Burgos conserva una pequeña tabla con la representación del Ecce Homo, más conocido como <<Cristo de las lágrimas>>, procedente de Cerezo de Río Tirón, y atribuido normalmente al pintor Jan Mostaert (ca.1475-1556), un pintor de los Países Bajos del Norte, que llevó a cabo la parte principal de su producción en la ciudad de Haarlem.




Esta representación del Ecce Homo cuenta con otros ejemplos, en el catálogo de obras que en la actualidad se le atribuyen, seguramente debido al éxito del modelo, que también fue repetido por discípulos o imitadores de su obra. El cuadro actualmente en el Museo de Burgos es obra de muy buena calidad, lo que hace pensar que salió directamente de su mano, e igualmente destaca entre las distintas representaciones conocidas actualmente del modelo indicado.

La Anunciación, de Jan Provost, en el Santuario de Loyola

En el Santuario de Loyola, en Azpeitia (Gipuzkoa) se conserva una pequeña tabla (24,7 x 21,4 cms) atribuida por Elisa Bermejo a Jan Provost (ca. 1462/5-1529), que fecha en torno  a 1520-1525, con lo cual niega la tradición que dice que fue un regalo efectuado por la reina Isabel I de Castilla a Magdalena de Araoz, con ocasión de su matrimonio que se efectuó en 1498.

Sea cual sea el autor y la cronología exacta de la obra, se trata de una bonita composición, máxime por el reducido espacio con que se contaba para su representación, que demuestra la habilidad del pintor y el cuidado que pone en los detalles, en especial el bastón labrado en plata que porta el ángel, o su cinturón, o l pequeño jarrón con flores colocado sobre la mesilla.

Una inscripción en la parte superior hace alusión al hecho: <<Ave, gratia plena, Dominus tecum>>. Le sigue un anagrama que Elisa Bermejo indica ser una <<A>>, pero en realidad es algo más que eso, puesto que en un solo símbolo al menos las letras M, A, T, con lo que es una alusión a María, Madre de Dios. A continuación leemos: <<Ecce ancilla Domini. Fiat michi secundum verbum tuum>>. Elisa Bermejo omite la palabra <<verbum>>. Con lo cual, e incluído el anagrama, en la primera parte sencillamente leemos: <<Dios te salve, María, llena de gracia>>. Y a continuación la respuesta de María:  <<He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra>>.

En la parte inferior del marco de la tablilla hay otra frase, que debe ser el lema de la familia nobiliaria representada por un escudo situado en el centro. Antes del escudo leemos: <<Pour quoy non>>, y después dice: <<Don ladrou>>. Elisa Bermejo leyó <<Jon ladrou>> pero nos parece ´que la primera letra de esta segunda parte es una D mayúscula; aunque no acertemos a comprender su significado salvo en la primera parte, en donde en francés dice: ¿Por qué no?.



viernes, 16 de noviembre de 2012

Tríptico de La Anunciación, de Joos van Cleve, en Santo Domingo de la Calzada

La catedral de Santo Domingo de la Calzada conserva un magnífico tríptico de buen tamaño (112 x 85 cms. de tabla central), cuya escena principal lo constituye una Anunciación en un interior con preciosa arquitectura y ornamentación del mobiliario y los vestidos del Ángel y de la Virgen, que fue fechado hacia 1515-1520 y atribuido por Elisa Bermejo al pintor Joos van Cleve (c.1485-c.1540), que trabajó en Amberes y formó parte de ese grupo de pintores manieristas y preciosistas que dieron fama a la ciudad durante varias décadas.

En el lateral izquierdo, y con enorme lujo de detalles y de paisaje, se representa a San Juan en Patmos; y en el lateral derecho encontramos la figura de San Jerónimo penitente. Pero o tanto o más destacables que estas dos figuras, es la escena en grisalla que encontramos en el reverso de ambos laterales, que constituyen una escena única, con la Misa de San Gregorio como motivo principal en la parte derecha, y en la izquierda figura en la parte baja un coro de cantores, frente a un cantoral, y en la parte alta vemos un gran órgano desde el cual una figura contempla el canto de sus compañeros.













El Juicio Final, de un imitador del Bosco, en Tudela

En la catedral de Tudela se conserva una tabla (70 x 76 cms) que representa la escena del Juicio Final, realizada en la primera en la primera mitad del siglo XVI por un imitador de El Bosco, por utilizar una referencia conocida, porque sin duda alguna este anónimo pintor, dotado de mucho menos arte e ingenio que aquel gran mestro, consigue unos resultados nada espectaculares, si bien la composición es correcta y en líneas generales no trabaja mal. Se ha pensado incluso en la posibilidad de que el autor pudiera ser un pintor aragonés, conocedor de pinturas o grabados que de algún modo transmitiesen el espíritu de los trabajos de El Bosco.








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