martes, 23 de febrero de 2021

UNA INTERESANTE TABLA ¿ DEL MAESTRO DE FRANKFURT, O DE SU ENTORNO, CON UN RETRATO DE MARIA DE HABSBURGO ?

El 25 de febrero la casa Duran Subastas, de Madrid, pone a la venta una interesante tabla flamenca de la primera mitad del siglo XVI, que tiene unas medidas de 56 x 44 cm., y lleva por título el de "Sagrada Familia con donante, Santos y Ángeles", lo cual no es decir gran cosa, ciertamente, y además no encuentro referencia alguna al respecto en el catálogo online, ni tampoco la había visto nunca publicada.


Sagrada Familia, Santos y Ángeles, con donante

Sin embargo, es una pieza bastante interesante por varios motivos:

-En primer lugar porque no es una pintura corriente, ni de baja calidad, sino obra de un maestro, o de un taller, de bastante importancia que, a primera vista, parece razonable relacionarla con el Maestro de Frankfurt, o los pintores asociados en su entorno por Stephen H. Goddard (The Master of Frankfurt and his Shop. Brussel 1984).

-En segundo lugar por el asunto: Se trata de una Sagrada Familia, efectivamente, acompañada por dos ángeles en la parte derecha, y cuatro santos en la izquierda, entre los que destaca San Juan Bautista, por hallarse justo detrás de la Virgen María. Pero en primer plano, también a la izquierda de la Virgen y con un bellísimo vestido blanco, encontramos una figura femenina, arrodillada, mirando al Niño y con las manos juntas en señal de oración, adornada con hermosas joyas y, en su cabeza, una rica corona que es símbolo de su alta condición social.

-La tercera cosa destacable es que toda esta escena parece desarrollarse en un exterior, pero se está visualizando y, por tanto, pintando, desde un interior, porque vemos la pared inferior del alféizar del ventanal, completamente liso, si bien a un extremo y otro del mismo hay un par de ángeles sosteniendo lo que parecen ser dos escudos nobiliarios que, probablemente, harían referencia a la dama donante de la tabla.

-¿Quien podría ser esta dama? Tal vez sea aventurado hacerlo, pero por los retratos conocidos que de ella se conservan, por sus facciones, parece razonable suponer que pudiera tratarse de María de Habsburgo, que fue una de las cuatro hermanas del emperador Carlos V, nacida en la ciudad de Bruselas en 1505. Fue reina de Hungría entre 1523 y 1526, y posteriormente gobernadora de los Países Bajos entre 1531 y 1556. 

No obstante, es un comentario sin mayor trascendencia, pues hay que ser consciente de que para llegar a conclusiones de este tipo habrían de llevarse a cabo estudios de una profundidad que no son los habituales en estos posts en blogger; pero no es menos cierto que nos encontramos ante una obra de calidad, en la que llama la atención el vacío del alféizar, tal vez destinado a llevar alguna inscripción de carácter familiar, o alegórica, como existen en otras obras de los siglos XVI y XVII, y que acompañaría muy bien a esos pequeños ángeles, que tienen un aire más germánico que flamenco, y que se hallan tan estratégicamente colocados a un extremo y otro de la tabla, para enmarcar esa hipotética inscripción que, o bien nunca se llevó a cabo o, aunque no lo parece, pudiera encontrarse oculta debajo de un repintado.

No importa demasiado, es una obra preciosa, que merece una atención mayor de la que hasta ahora parece haber tenido, salvo error de quien escribe estas breves líneas. 

[Adición de 26 de febrero]


El profesor Albert Velasco, en Twitter, (26 febrero) facilita la fuente de inspiración de esta obra, basada en un interesante grabado de Durero, en el que la figura de la donante, en su opinión no lo es, sino que se trata de Santa Catalina, si bien en la tabla, se omite, según indica, alguno de los símbolos de su martirio.

Siendo así, podríamos preguntarnos: ¿procede considerar que el desconocido pintor quiso representar a una santa sin atributos, lo cual no parece tener demasiado sentido, o bien aprovechó la estampa para representar a una verdadera reina de la época ?

Es curioso y al mismo tiempo raro, el desconocimiento de la existencia de esta tabla, que no parece haber tenido otra fortuna hasta el presente, sino la destacar por el mero hecho de multiplicar su cotización en una subasta en la que no se le concedió, según catálogo, demasiada importancia.

Lástima que una pieza de estas características no haya ido a parar directamente a ninguna institución pública española.



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