En el Palacio Real de Madrid se conserva un retrato de la reina Isabel I de Castilla, considerado obra de Juan de Flandes y pintado en los últimos años de su vida, seguramente entre 1501 y 1504, con el fin de destinarlo a la Cartuja de Miraflores, y colocarlo junto a los sepulcros de los padres de la reina.
La historia de esta pintura ha sido bastante azarosa y nadie mejor que Pilar Silva, en su obra <<Juan de Flandes>> para hacernos un detalle pormenorizado, pero baste decir que durante una gran parte del siglo XX su destino fue el Palacio del Pardo, pero no hace muchos años fue trasladada al Palacio Real de Madrid, para que figurase al lado del Retablo facticio compuesto por quince tablillas pintadas por Juan de Flandes, con asuntos de la vida de Cristo, que son uno de los mayores tesores de la pinacoteca palatina.
Esta última acción vino acompañada del traslado al Palacio del Pardo, y como compensación, de otro retrato similar de la reina Isabel, considerado por algunos también obra de Juan de Flandes, pero la mera comparación de ambas obras lleva fácilmente a pensar que en el mejor de los casos este segundo cuadro es una copia de calidad bastante menor que la primera citada. De modo que el retrato <<del Pardo>> ahora se halla en el Palacio Real, y el retrato <<de Palacio>> está en el Pardo, lo cual es bueno dejarlo claro, porque gran parte de la bibliografía existente, probablemente hasta la publicación en 2006 de Pilar Silva, dice exactamente lo contrario habida cuenta de la larga permanencia de ambas obras en sus anteriores destinos.
El actual retrato de Palacio Real es una tablilla de pequeñas dimensiones, si bien ha sido agrandada por los cuatro lados, con unas franjas en fondo negro, aunque a pesar de ello se advierte con bastante facilidad la diferencia entre la parte original y el añadido, y es obra de bastante calidad, pero dista bastante de los otros retratos actualmente atribuídos a Juan de Flandes, como el Retrato de una infanta, del Museo Thyssen, o los retratos de Juana I de Castilla y Felipe I de Castilla, conservados en el Museo de Viena, los cuales enlazarían mejor con el resto de la producción de Juan de Flandes, pero quizá no tanto como con algún otro retrato de familia, en esta ocasión el de Catalina de Aragón, hermana de las anteriores, igualmente conservado en Viena, pero considerado por la crítica como obra de Michel Sittow, el otro gran pintor de la corte de la reina Isabel, especializado en la realización de los retratos de familia.
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Retrato de Isabel I de Castilla, en el Palacio Real de Madrid (antes en El Pardo), sin las adiciones laterales |
El retrato de la reina Isabel, por tanto, bien podría ser obra de Juan de Flandes, bien podría serlo de un pintor castellano contemporáneo suyo y actualmente desconocido, pero, en todo caso, quizá fuera oportuno plantearse si los tres citados retratos, en especial el del Museo Thyssen, son realmente obra de Juan de Flandes, o encajan mejor entre la producción de Sittow...
A continuación comparamos el retrato que parece ser el original de los dos, actualmente en Palacio Real (izquierda), con la supuesta copia del mismo, actualmente en El Pardo llevada a cabo por otro pintor, coetáneo o posterior, pero que lleva a cabo un trabajo notablemente menor (derecha).