Es curiosa la historia de este importante díptico, que en su tabla izquierda representa a la Virgen y en la derecha a Cristo, porque a pesar de su altísima calidad y contar con una inscripción en su reverso señalando ser obra de Quentín Massys (o Metsys) y estar realziada en 1529, un año antes de su fallecimiento, hasta no hace mucho tiempo en el catálogo del Prado se prefería atribuirlo a su hijo Jan Massys, un pintor también muy importante pero sin lugar a dudas no tanto como su padre.
Curiosamente, sin embargo, en el catálogo online del Prado, y sin estrépito, en tiempos más recientes se ha mudado la atribución y el citado museo lo restituye al catálogo de Quentín Massys, de donde seguramente nunca debió salir.
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