domingo, 28 de octubre de 2012

Cristo bendiciendo, de Joos van Cleve

El Museo del Prado conserva una interesante tabla atribuida en su catálogo online a Joos van Cleve, un pintor cuya actividad principal se sitúa en las primeras décadas del siglo XVI. Se trata de un Cristo bendiciendo, o Salvator Mundi, de excelente calidad, que muestra claras influencias de la pintura italiana de la época, y que tradicionalmente suele considerarse una versión bastante posterior a otra imagen similar de factura más propia de la tradición flamenca, conservada en el Museo del Louvre.

Ese mismo museo conserva, sin embargo, otra imagen de Cristo del mismo autor, formando parte de un cuadro de La Última Cena, de una época más avanzada, que guarda mayor parecido con la pintura del Prado; y una tercera pintura, conservada en la Dulwich Gallery de Londres, con la figura de otro Cristo bendiciendo, es probable que se situase entre la versión primera del Louvre y la del Prado.

En definitiva, la pintura del Prado podría ser la última versión conocida de un modelo que se repite en diferentes ocasiones en el taller de Joos van Cleve, bien a través de obras de su mano de las que realiza versiones distintas según la época de su vida, aunque la idea original se mantenga, bien a través de obras de pintores de su taller, de los que también nos han llegado testimonios.


http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P02654.jpg




La imagen de la izquierda es la primera versión del Museo del Louvre; la de la derecha es la perteneciente a la colección de la Dulwich Gallery de Londres.

La imagen siguiente corresponde al fragmento de la parte central de La Última Cena, conservada igualmente en el Museo del Louvre.



El Calvario de Van der Weyden, en El Escorial

El Calvario de Roger van der Weyden conservado en el Monasterio de El Escorial, es una pintura sobre tabla, de enormes dimensiones (325 x 192 cms) realizada por el pintor para la cartuja de Scheut, próxima a Bruselas, pero perteneciente desde 1555 a Felipe II, quien en 1567 la destinó al Escorial.

En el centro se halla la figura del Crucificado, a nuestra izquierda la Virgen, y a la derecha San Juan, todos ellos figuras a tamaño natural, y el conjunto es de una sobriedad extrema y un enorme patetismo, materializado por el dolor del momento que representa la escena y por el contraste de las vestiduras blancas de las tres figuras con el color rojo de la tapicería que a modo de dosel coloca Weyden detrás de la figura de Cristo, ocupando de arriba abajo la mayor parte del fondo de la pintura.

Actualmente esta obra se halla en los talleres de restauración del Museo del Prado, donde curará de buena parte de las heridas que el paso del tiempo le ha provocado y recuperará la mayor parte del esplendor perdido, como tiempo atrás sucedió con la tabla del Descendimiento de este mismo autor, perteneciente al Prado aunque anteriormente también estuvo depositada durante siglos en El Escorial.


http://www.museodelprado.es/investigacion/restauraciones/proyecto-de-restauracion-de-emel-calvarioem-de-roger-van-der-weyden/la-obra/






























La Anunciación de Jan van Eyck, del Museo Thyssen

Aunque en el pasado hubo alguna obra importante de Jan van Eyck en España, concretamente el famoso Matrimonio Arnolfini, desaparecido del Palacio Real de Madrid a comienzos del siglo XIX y conservado actualmente en la National Gallery de Londres, no ha sido sino hasta la adquisición de la colección Thyssen por el Estado Español cuando la figura de Van Eyck vuelve a estar representada en una colección pública española, puesto que la Fuente de la Gracia, conservada en el Museo del Prado no consigue por el momento una correcta adscripción en el entorno de Van Eyck, y la Virgen de Covarrubias parece haber sido totalmente olvidada por la crítica en los últimos años, más después de que más de un crítico de arte considerara que la restauración a que fue sometida la pintura hace ya bastantes años la había desfigurado completamente, lo cual a poco que se compare con su estado anterior parece indicar todo lo contrario, pero aún así necesitaría una atención especial y ser sometida a un adecuado examen que la actual tecnología permite hacer, para extraer de ella toda la información que sea posible.

Pero volviendo a la extraordinaria colección Thyssen, uno de los mejores regalos con los que nunca hubieran podido soñar los amantes del Arte, entre el capítulo de los maestros flamencos de los siglos XV y XVI conserva un pequeño díptico en grisalla, con la escena de la Anunciación. En la tabla izquierda el Ángel, y en la de la derecha la Virgen. Guarda estrecha relaciones con al menos dos escenas más sobre el mismo tema y entorno eyckiano, conservadas respectivamente en los museos de Dresde y el Louvre.

 
Digitalización en alta resolución
 
http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_artista/199
 
 

La obra maestra: El Descendimiento de Van der Weyden, en el Museo del Prado

Cada cual puede tener sus preferencias, a la hora de estimar una pintura flamenca del siglo XV, pero lo que nadie pone en duda es que entre las conservadas en la Península Ibérica, destaca sobre el resto el extraordinario Descendimiento, de Roger van der Weyden, conservado en el Museo del Prado.

Una tabla de gran formato, parte central de un tríptico del que se han perdido las dos tablas laterales, tiene en la imagen de Cristo la figura central, en torno a la cual hay nueve figuras más perfectamente dispuestas, para dar lugar a una de las composiciones más extraordinarias de la Historia del Arte.


http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P02825.jpg
No forman pareja, pero por razón del tema la pintura del Prado guarda estrecha relación con la gran tabla de la Crucifixión de Cristo, perteneciente al Patrimonio Nacional y conservada en el Monasterio de El Escorial, que en estos momentos se está restaurando en los talleres del Museo del Prado, y si al finalizar el proceso se exponen juntas ambas obras, será una ocasión extraordinaria para disfrutar de dos magníficas piezas de la producción de este excelente pintor.

























Un feliz reencuentro: el tríptico del maestro del Francfort en el Museo del Prado

En fechas aún relativamente recientes el Museo del Prado adquirió la tabla central de un tríptico que perteneció al convento de Santa Cruz, de Segovia, y es obra del anónimo Maestro de Francfort, que ponía fin a casi dos siglos de separación de sus alas laterales, al haber sido separadas en el siglo XIX a raíz de los procesos de Desamortización y el posterior ir y venir de las numerosas obras de arte que salieron a consecuencia de ello de numerosos conventos y monasterios españoles.

Las tablas laterales, que representan a Santa Catalina de Alejandría (izquierda) y Santa Bárbara (derecha) ingresaron  primero en el Museo de la Trinidad y posteriormente pasaron al Museo del Prado. La tabla central formó parte de diversas colecciones europeas y americanas, hasta su adquisición en Londres en 2008 por el Museo del Prado.




Pueden encontrarse imágenes en alta resolución de las tres tablas, en los enlaces siguientes del catálogo online del Museo del Prado:

Izquierda: http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P01941.jpg
Central: http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P08009.jpg
Derecha: http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P01942.jpg


El tríptico fue restaurado algún tiempo después y en su presentación al público se llevó a cabo, entre otras acciones, la realización del vídeo que figura en el enlace siguiente, en donde se narra con detalle el proceso de restauración y se facilita otra interesante información:

http://www.youtube.com/watch?v=aQmzVMgjeqc

Llanto por Cristo muerto, de Hugo van der Goes, en Granada, Fundación Gómez Moreno

En el Museo de la Fundación Gómez-Moreno, de Granada, se conserva una pequeña tabla necesitada de un amplio estudio, aunque por su aspecto aparenta ser una preciosa obra salida de la mano del pintor Hugo Van der Goes.
Recientemente restaurada ha recuperado todo su esplendor y son mucho más evidentes sus calidades y lo que probablemente hace que no haya entrado aún a formar parte del pequeño catálogo de obras de este autor reconocidas por la mayor parte de los historiadores del arte sea el hecho de que tiene un pequeño formato, al contrario de lo que sucede con la práctica totalidad de su producción restante, lo que sin duda alguna supone alguna reserva, porque es difícil poder alcanzar en formato pequeño una libertad semejante a como se puede actuar en las pinturas de gran formato.




En el Museo del Louvre se conserva un dibujo con la imagen yacente de Cristo, considerado obra de Hugo Van der Goes, y con idéntico tamaño y aspecto al de la tabla de Granada.

Un díptico de Quentín Massys en el Museo del Prado


Es curiosa la historia de este importante díptico, que en su tabla izquierda representa a la Virgen y en la derecha a Cristo, porque a pesar de su altísima calidad y contar con una inscripción en su reverso señalando ser obra de Quentín Massys (o Metsys) y estar realziada en 1529, un año antes de su fallecimiento, hasta no hace mucho tiempo en el catálogo del Prado se prefería atribuirlo a su hijo Jan Massys, un pintor también muy importante pero sin lugar a dudas no tanto como su padre.

Curiosamente, sin embargo, en el catálogo online del Prado, y sin estrépito, en tiempos más recientes se ha mudado la atribución y el citado museo lo restituye al catálogo de Quentín Massys, de donde seguramente nunca debió salir.














































































La Anunciación del Prado hasta ahora atribuida a Campin

Considera el prestigioso historiador del arte André Châtélet, que la tabla de la Anunciación, conservada en el Museo del Prado y tradicionalmente atribuida a Robert Campin, casi unánimemente identificado como el anónimo Maestro de Flémalle, es en realidad obra de un discípulo suyo, Jacques Daret, de obra cierta relativamente muy escasa, y de quien el Museo Thyssen de Madrid conserva una importante pintura que representa a la Adoración del Niño Jesús.




El Museo del Prado sigue considerando esta obra en su catálogo online como salida de la mano de Robert Campin (el Maestro de Flémalle), y derivada de la tabla central del tríptico de Mérode (conservada en el Metropolitan de Nueva York), atribuida también tradicionalmente a ese autor, si bien en su actual catálogo online este tríptico se considera obra del taller del Maestro de Flémalle, lo cual viene a complicar un poco más las cosas, máxime si a estas dos anunciaciones se le suma alguna más considerada dentro del mismo grupo de tablas del entorno del Maestro de Flémalle.

El debate continuará, y sin duda es un tema fascinante, pero de lo que no hay duda es que entre las figuras humanas de las dos anunciaciones que nos ocupan hay notables diferencias, aunque pueda haber un fondo común, como puede apreciarse con la comparación de la figura de la Virgen en ambas obras.





sábado, 27 de octubre de 2012

La Virgen del Maestro de la Madonna André, del Museo Thyssen

En la colección de primitivos flamencos del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid figura una tablilla atribuída al Maestro de la Madonna André. Se trata de un pintor anónimo que trabajó en Brujas entre finales del siglo XV y comienzos del XVI, y que tiene claras influencias del arte de Gerard David, tal como parece desprenderse del hecho de que esta Virgen de Madrid está realizada a partir de otra pintura (a menos que fuera al revés) de similar aspecto realizada por aquél pintor quien, a su vez la realizó a partir de un cuadro anterior llevado a cabo por Petrus Christus quien, a su vez, parece inspirarse en la Virgen de la Fuente de Jan Van Eyck, aspecto este último que, seguramente, necesitaría una discusión mucho más amplia.



http://www.museothyssen.org/thyssen/zoom_obra/261

La denominación Maestro de la Madonna Andrés procede de una pintura conservada en el Museo Jacquemart-André, de París, que muestra a una Virgen con el Niño, pero solo de medio cuerpo, y se convirtió en la obra en torno a la cual se unieron con el paso otras dos, que constituyen por el momento todo el catálogo de este significativo pintor, si bien la tabla madrileña es bastante más significativa que la parisiense y proporciona más pistas para intentar acercarse mejor al trabajo de este anónimo autor.

El díptico de Granada de Hans Memling

Entre la aún magnífica colección de primitivos flamencos que pertenecieron a la reina Isabel I de Castilla y que se conservan en la Capilla Real de Granada, figura un precioso díptico pintado por Hans Memling, en cuya tabla izquierda figura el Descendimiento de Cristo de la cruz, y en la derecha están la Virgen y las mujeres, acompañadas por San Juan.




El díptico se halla en muy buen estado de conservación y es realmente una pieza muy significativa dentro de la extensa producción conservada de este elegante y delicado pintor de la segunda mitad del siglo XV. Existe otra versión de esta misma obra, pero tiene mucha menor calidad, y se halla en dos colecciones distintas: la escena del Descendimiento se encuentra en el Museo Groeninge de Brujas, y la de las Santas Mujeres y San Juan en el Museo de Sao Paulo.
















































































































































































Las tablas de Valladolid del Maestro del tríptico Morrison

En la iglesia del Salvador de Valladolid existe un espléndido tríptico, cuya parte central, en talla, está dedicada a San Juan Bautista, y las alas del tríptico se encuentran pintadas por un maestro anónimo que trabajó en Amberes a finales del siglo XV y principios del XVI, que actualmente es conocido con el nombre de Maestro del Tríptico Morrison, que recibe de un pequeño tríptico conservado actualmente en el Museo de Toledo (Ohio), uno de cuyos anteriores propietarios tenía ese apellido y como tal es conocido.

Por afinidad de estilo, en torno a ese anónimo maestro se han agrupado una serie de pinturas, entre las cuales en España existe un pequeño tríptico en el Museo Arqueológico Nacional, con una Imagen de la Virgen con el Niño; y recientemente también ha pasado por el mercado madrileño de antigüedades otra pintura con la misma iconogradía; pero sin duda alguna las pinturas de la Adoración de los Reyes, y la Adoración de los Pastores, existentes en las tablas laterales del retablo vallisoletano pueden considerarse como sus obras maestras absolutas; lo cual no quita mérito al trabajo del mismo maestro que puede verse cuando el tríptico se halla cerrado, porque en la parte exterior de las alas laterales hay una magnífica composición que representa la Misa de San Gregorio.

Referencia: http://domuspucelae.blogspot.com.es/2013/04/theatrum-poliptico-de-san-juan-bautista.html













Tabla en el comercio madrileño en 2011

El tríptico de Avila del Maestro Johannes


El Museo de Ávila conserva un tríptico de gran tamaño con escenas de la vida de Cristo y de la Virgen, cuyo tema principal en la tabla central es el Entierro de Cristo, su Resurrección y Ascensión a los cielos. Aunque a lo largo del tiempo ha tenido atribuciones de autor bastante diversas, en los últimos tiempos se ha considerado obra de un cierto Maestro Johannes, pintor activo entre finales del siglo XV y principios del XVI, cuya obra principal es el retablo de la Leyenda de Santa Ana, conservado en la iglesia de Brasschaat (Maria-Ter-Heide) en Bélgica.


Tabla central del tríptico. Museo de Ávila



















viernes, 26 de octubre de 2012

La Virgen del jarrón de flores, ¿de Simón Bening?

El Museo del Prado conserva una pequeña tabla (45 x 34 cms) con la imagen de la Virgen María y el Niño, junto a un ventanal, y sobre el alféizar hay un jarrón de flores en un extremo y un libro abierto en el otro. Tradicionalmente considerada obra del pintor flamenco Gerard David (h.1455-1523), hace algo más de una década la señora Marian Ainsworth con muy buen criterio la consideró de Simón Bening (1483-1561); y en la actualidad en el catálogo online del Prado se ha modificado parcialmente la autoría, y se hace una atribución dudosa a Gerard David, hasta que llegue el momento en que se lleven a cabo los estudios necesarios para confirmar la opinión de la señora Ainsworth, basada en su comparación con el estilo de las miniaturas contenidas en los libros manuscritos que Simon Bening iluminó a lo largo de su vida, no en vano era su principal atribución.
Bening también hizo pinturas sobre tabla, y además de esta tablilla también son consideradas como de su mano, un pequeño tríptico de San Jerónimo penitente, conservado en el Monasterio de El Escorial y expuesto en la zona del palacio de los Austrias, en el dormitorio de Felipe II, si bien con una iluminación tan nefasta que pasa totalmente desapercibido. Otra tablilla de formato más pequeño que la del Prado, también con la imagen de la Virgen y el Niño se conserva en el Metropolitan de Nueva York, y guarda un más que notable parecido con la primera, así como una calidad similar y, salvo que los expertos se pronuncien no parece que haya dudas de que son obra del mismo autor.

También puede relacionarse esta tablilla del Prado, con otra de Gerard David, un tondo que pasó por el comercio holandés de antigüedades no hace demasiado tiempo, en la que la figura de la Virgen guarda notables similitudes, pero la composición del Niño Jesús es prácticamente la misma. No parece haber dudas de que el modelo sería la tabla de David, pero las diferencias de interpretación entre ambas parecen dar a entender que son obra de dos manos distintas, como parece desprenderse de la comparación entre ambas.



Museo del Prado
Metropolitan Museum
De Jonckheere Gallery. Amsterdam





jueves, 25 de octubre de 2012

La Virgen de la Mosca, un anónimo para descubrir






La tabla de la Virgen de la Mosca, conservada en la Colegiata de Toro (Zamora) es una obra muy conocida y de enorme calidad, lo que significa que salió de los pinceles de algún pintor flamenco importante hacia el final del primer cuarto del siglo XVI, a pesar de lo cual permanece anónima y poco creíbles algunas de las atribuciones efectuadas en los últimos años, en especial la del Maestro de la Santa Sangre, un artista indudablemente menor que el autor de esta pieza, que probablemente habría que situar en el entorno cercano de Bernard Van Orley, siguiendo la estela de Gerard David.



martes, 23 de octubre de 2012

El "Cristo varón de dolores" de Jan Gossaert (Mabuse)



Cristo varón de Dolores
Gossaert (Jan)
Museo del Patriarca. Valencia









Probablemente la obra más importante conservada actualmente en España de Jan Gossaert, apodado "Mabuse", sea el impresionante "Cristo varón de dolores" realizado en torno a 1530 y conservado en el Museo del Colegio del Patriarca de Valencia. Se trata de una tabla de 112 x 84 cms, para cuya composición el pintor se inspiró en el famoso Torso del Belvedere, una escultura de la época griega, obra del escultor Apolonio de Atenas, conservada en los Museos Vaticanos, en Roma.











lunes, 22 de octubre de 2012

Luis Alincbrot (act.1432-1463)

El Tríptico con pasajes de la vida de Cristo conservado en el Museo del Prado, es la única pintura conocida o al menos atribuída con absoluto consenso al pintor Luis Alincbrot (o Louis Allyncbrood), documentado en la ciudad de Brujas entre 1432 y 1439 y posteriormente en Valencia, desde 1439 hasta aproximadamente 1463.

http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P02538.jpg

Aunque se desconoce su fecha de nacimiento, es evidente que fue contemporáneo y, tal vez, discípulo de Jan van Eyck, o incluso de su hermano Hubert, o de ambos a la vez porque, en realidad, poco o nada de sabe del hipotético taller de los Van Eyck con anterioridad a la muerte de Hubert y la finalización del retablo del Cordero Místico, de Gante, llevada a cabo por Jan en el año 1432.

Este tríptico se realizó en Valencia y se conservó en el convento de la Encarnación hasta su ingreso en el Museo del Prado en el año 1931. No se halla fechado ni firmado pero, por lo que a la fecha se refiere, se le supone pintado poco después de la llegada de Alincbrot a Valencia en 1439, porque es aún una pieza totalmente fiel a las maneras de la pintura flamenca de su época, lo cual es un criterio discutible pero que no hace daño ni se aleja demasiado de la realidad caso de no ser así. Por lo que a la autoría, no se halla firmado y la atribución a Alincbrot es por exclusión, es decir, se sabe que Luis Alincbrot residió en Valencia durante un par de décadas, y este tríptico es la única manifestación actual conocida de una obra ligada a la ciudad de Valencia que sigue las pautas de la pintura flamenca del estilo de la que se practicó en Brujas en el taller de Jan van Eyck.

Con unas dimensiones aproximadas de 89 x 67 cms. en la tabla central, y 78 x 33 cms. las laterales, el tríptico presenta distintas escenas de la vida de Cristo, desde su circuncisión (tabla lateral izquierda); su disputa con los doctores, el camino del Calvario, y la crucifixión (tabla central); y las escenas de la piedad y su entierro (tabla lateral izquierda).



En la tabla lateral izquierda y a diferencia de las otras dos, se representa únicamente la Circuncisión de Cristo, en el interior de un templo gótico.


En la mitad superior de la tabla observamos la decoración gótica de la nave, y también un órgano que en ese momento está siendo usado por el organista, acompañado por otras dos figuras masculinas. La arquitectura de la iglesia tiene un cierto aire tosco, así como el resto del tríptico, que se aleja enormemente de la finura de otra pintura eyckiana conservada en el Museo del Prado, la Fuente de la Gracia y el triunfo de la Iglesia sobre la Sinagoga, una preciosa tabla merecedora de mayor atención y mejor fortuna crítica que la que ha tenido hasta el presente, lo que indica que Alincbrot debe ser descartado como posible candidato a su realización, entre los pocos pintores flamencos del entorno de Van Eyck que pudieron haberla llevado a cabo.


La escena de la Circuncisión es la primera que muestra las limitaciones de Alincbrot, pues siendo correcta en cuanto a la composición y el uso del color, denota una cierta pobreza en cuanto al dibujo y a las formas se refiere .

La tabla central es, por tamaño e intención, la que más destaca en el conjunto. En la parte izquierda vemos una escena de Cristo disputando en el Templo con los doctores de la ley; en la parte inferior derecha el camino del Calvario; y en la parte central la Crucifixión.



La escena central, con la Crucifixión, guarda una relación notable con otra pintura eyckiana notable: La Crucifixión del Metropolitan Museum of Art de New York, que junto con un Juicio Final, componen un precioso díptico que, según temporadas, los críticos acercan o alejan del pincel de Van Eyck porque, en realidad, aún nadie se ha decidido a aventurarse por sus comienzos, es decir, por la década de los veinte del siglo XV, que es cuando comenzó a despuntar y a hacerse famoso y, sin embargo, nada parece quedarnos de este período de tiempo.


Crucifixión. Metropolitan
Museum of Art. New York
Y ambas obras, es decir tanto la del Metropolitan como la del Prado, se realizaron a partir de un modelo común que, con variantes, adquirió una cierta fortuna, pues son varias más las pinturas que lo siguen, alguna de ellas atribuída a pinceles italianos, pero esa es otra historia. De ese modelo se realizarían dibujos, que dieron lugar a variantes compositivas en algunos casos muy afortunadas, y uno de esos dibujos, de ese difuso entorno Eyckiano citado, es una obra inédita que se presenta por estas mismas fechas en el Museo Boijmans van Beuningen, de Rotterdam, dentro de la exposición que se celebra durante este otoño de 2012 en dicha institución, y del que se reproduce esta imagen que sigue, que aún siendo de escasa calidad, es muestra fehaciente de esos vínculos con el trabajo de Luis Alincbrot en el tríptico de Valencia, ahora en el Prado.


En la tabla lateral derecha del tríptico del Prado, se representan las escenas de la Piedad y el Entierro de Cristo.


De arriba abajo podemos contemplar un primer plano de la cruz de Cristo tras el descendimiento, en la que en el aire flota la inscripción "INRI", y justo detrás de ella una vista idealizada de la ciudad santa de Jerusalén.


En la zona central pueden verse unos soldados y unos hombres preparando el sepulcro para la recepción del cuerpo de Cristo.


Y en la parte inferior una conmovedora escena de la Piedad, con Cristo muerto en los brazos de su Madre, una imagen que remite al arte flamenco pre-eyckiano, del que tan poco aún se conoce, pues apenas una veintena de tablas o pequeños retablos han llegado a nuestros días, a pesar de lo cual sabemos que fue una época realmente esplendorosa, sin la cual la obra de los Van Eyck no hubiera sido posible.


En el reverso de las tablas laterales de este tríptico se representa la escena de la Anunciación, con la imagen de la Virgen María a la izquierda, y el Ángel a la derecha, ambos en grisalla, y con mayor corrección que las figuras interiores, quizá porque su mayor tamaño permitía al autor una mejor libertad de uso de los pinceles.

Sin duda alguna se trata de un importante tríptico, por ser la única obra conocida de Alincbrot, y porque es buen testimonio del arte de los primeros tiempos de los Van Eyck.

domingo, 21 de octubre de 2012

Los primitivos flamencos en la Península Ibérica

A lo largo de los siglos XV y XVI diferentes reyes castellanos (en menor medida los portugueses, aragoneses y navarros) sintieron una especial atracción por la pintura flamenca, muy novedosa y atractiva en su época, razón por la cual y unido a las estrechas relaciones que se mantenían entre ambos territorios, primero de naturaleza estrictamente comercial, posteriormente también política, numerosísimas pinturas sueltas, trípticos, e incluso retablos de gran formato enriquecieron iglesias y palacios, en donde permanecieron en buena parte durante siglos.
Un número realmente importante de ellas, sin embargo, abandonaron la Península Ibérica desde finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX, pero aún así el número y la importancia de las que se han conservado es más que notable en el conjunto de la pintura flamenca de los siglos XV y primera mitad del XVI, y a todo ese conjunto se dedica este blog, en donde no se pretende otra cosa sino un nuevo acercamiento a esta gran manifestación del Arte de todos los tiempos, tratando de hacer un blog muy visual, que por un lado sea un inventario más o menos completo de todo lo conservado en la actualidad y, por otro muestre las piezas en su conjunto, o resaltando detalles que en muchas ocasiones pueden pasar desapercibidos.
Las opiniones o los comentarios que aquí puedan encontrarse no tienen mayor valor que el que pueda hacer cualquier amante de esta selecta faceta del Arte, pero no están ni pretenden estarlo a la altura de las opiniones de los verdaderos especialistas sobre el tema, españoles y extranjeros, y su criterio es el que ha de prevalecer como verdaderos expertos que son.

Chat