Entre las pinturas flamencas existentes en museos alejados de los grandes circuitos turísticos, pero que conservan obras muy importantes de estilos y épocas diversas, encontramos una excelente <<Virgen Dolorosa>> en el Museo de Pontevedra.
La imagen que reproducimos a continuación procede de la web del museo pontevedrés en Internet, y es de baja resolución como suelen ser la mayoría de imágenes de cualquier publicación online, pero suficiente para podernos hacer una idea muy clara de que se trata de una obra muy interesante, en especial por su calidad, que enlaza perfectamente con otras imágenes similares atribuídas al entorno del pintor Dirk Bouts, uno de los grandes maestros del siglo XV flamenco, un tanto ensombrecido por el peso de otros grandes pintores, tradicionalmente más considerados, pero sin duda alguna un referente imprescindible, del que en España conservamos algunas obras suyas realmente extraordinarias, como el gran tríptico del Descendimiento, de la Capilla Real de Granada, su versión en formato pequeño del Museo del Patriarca de Valencia, o el Tríptico de la Vida de la Virgen María en el Museo del Prado.
Esta Virgen Dolorosa, de la que no tenemos otros datos sino los que se desprenden de la propia imagen, puesto que no disponemos de publicación alguna relativa a la misma, guarda un enorme parecido, si no es que se trata de la misma pintura, con otra imagen (en esa ocasión asociada a un busto de Cristo Llagado, puesto que se trata sin duda alguna de la mitad de un díptico), que fue publicada por Elisa Bermejo en el volumen II, lámina 28, de su espléndida obra titulada <<Los primitivos flamencos en España>> publicada en 1983.
La <<Dolorosa>> que figura en dicha publicación, con un formato más ancho que la del Museo de Pontevedra (a menos que en la web se hayan recortado los laterales de dicha tabla) tenía unas medidas de 42,5 x 32 cms., es decir, era sin lugar a dudas una tabla, y por tanto el díptico del que formaba parte una pieza de oración, para uso privado en una vivienda particular. En la fecha de publicación del libro referenciado, ese díptico se hallaba a la venta en el comercio de arte madrileño.
El Museo de Pontevedra la atribuye a Dirk Bouts, y aunque bien es cierto que se trata de una tabla que no figura en los catálogos más recientes de su obra, no es menos cierto que a expensas de que la tabla pontevedresa debería ser sometida a todos los estudios necesarios para poder determinar con la mayor certeza posible acerca de su autoría, se trata de una tablilla realmente excelente y, por tanto, susceptible de ser considerada entre las de primer orden dentro de las conservadas en España de este autor y su entorno.
Es una composición que tuvo bastante éxito y de la que existen copias abundantes, sin ir más lejos en el Prado se conservan hasta tres dolorosas del entorno de Dirk Bouts. Dos exactamente iguales a este aunque de una calidad que parece inferior y una con la posición invertida y con un estilo algo más "blando". De esta última se conserva el Cristo sufriente que la acompañaba.
ResponderEliminarAún no he podido comprobarlo, pero tampoco me extrañaría que la tabla de Pontevedra fuera un depósito del Prado. Sea como sea es una pieza de bastante calidad, muy próxima a Bouts, independientemente de que hubiera o no intervención directa suya en la realización
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