sábado, 30 de noviembre de 2013

Tríptico del Descendimiento, en la Catedral de Burgos

En distintas dependencias de la Catedral de Burgos se conservan alrededor de una decena de pinturas flamencas de los siglos XV y XVI, de desigual calidad, alguna de ellas restaurada pero otras en cambio no, si bien es verdad que el conjunto de la catedral burgalesa ha mejorado mucho en los últimos años y buena parte de sus obras lucen en mejores condiciones que en el pasado.

Entre estas pinturas hay un bonito tríptico, atribuído sin demasiada fortuna a Jan de Beer, porque basta ver las dos preciosas tablas de este pintor existentes en el Museo Thyssen de Madrid, y alguna otra pintura suya existente en otras colecciones en el extranjero, para darse cuenta de que la atribución es tan bien intencionada como imposible, puesto que el tríptico burgalés es una obra menor y muy distinta a lo que Jan de Beer nos tiene acostumbrados.

La table lateral izquierda del tríptico representa la escena de la Subida al Calvario, la central muestra el Descendimiento, y la lateral derecha la Resurrección. En los tres casos vemos una composición bastante correcta, un acertado empleo del color, pero una realización muy elemental, no sabríamos decir si propia de un autor menor, o de un principiante que está empezando su vida profesional en el estudio de otro pintor, y no hace sino apuntar maneras que podrían ir a más, o no, en el futuro.

No son palabras para descalificar, en modo alguno, sino para situar únicamente esta obra, en el ambiente manierista de Amberes de las primeras décadas del siglo XVI, en donde tantos artistas anónimos proliferaron en diferentes talleres, desde donde se exportó una producción a veces muy pobre, por buena parte de Europa Occidental.







 




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