sábado, 30 de noviembre de 2013

La Resurrección de Cristo, de Ambrosio Benson

En el Museo de la Catedral de Burgos se exhiben varias pinturas flamencas de las primeras décadas del siglo XVI, varias de las cuales atribuídas al pintor Ambrosio Benson (act. 1519-1550), de quien en España se conserva un importante número de obras suyas, incluso alguna obra maestra, como el tríptico del Descendimiento de la catedral de Segovia.

De las tablas de la catedral burgalesa probablemente la más importante (desde luego la más impactante) es la que representa la escena de la Resurrección de Cristo. Aunque el marco que la rodea es sencillamente espantoso, cuando conseguimos centrar la vista vemos una preciosa composición, en la que la figura de Cristo Resucitado preside la escena, en pie, sobre el sepulcro, en señal de triunfo sobre la muerte, y a su alrededor hasta siete soldados, algunos dormidos y otros con gesto de estupor ante tal hecho, rodean armónicamente la escena, en el fondo de la cual vemos un amplio paisaje verde y un mar o lago al fondo, en cuyo horizonte está empezando a despuntar el sol, anuncio del nacimiento de una nueva generación.

La figura de Cristo es bellísima, y podemos comprobar las calidades de Benson a la hora de representar un cuerpo humano, así como la bella composición del conjunto de esta tabla, de la que desconocemos si en compañía de las otras que figuran a su lado procedían de un mismo retablo, o se trataba en cambio de una serie de tablas sueltas.












1 comentario:

  1. Jajaja, horroroso marco, bellísima tabla, "cuando conseguimos centrar la vista" :)

    Edu

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